Soñar con personas que ya han muerto, con los fantasmas de aquellos que han sido importante para nosotros revela inseguridades y miedos ante las circunstancias y cambios que vienen. Lo más habitual suele ser soñar con el padre o la madre de uno, cuando ya nos han dejado, buscando de esta manera que vuelvan a protegernos cómo hacían en vida.
Pero puede ser que también nos “visiten” en sueños aquellos amigos o conocidos que ya no están pero que siguen representando en nosotros, en nuestra psique, algo que ahora estamos buscando y necesitando.
Por ejemplo, soñar que se nos aparece un antiguo profesor del colegio, ese que tanto nos ayudó y aconsejó que nos esforzáramos más, significa que una situación que estamos viviendo ahora nos sobrepasa y no somos capaces de superarla sin apoyo, sin consejos… El problema es que en nuestro día a día no encontramos a nadie que pueda darnos lo que necesitamos, o no sabemos verlo.
También puede ocurrir que en tu sueños aparezcan fantasmas, (incluso de esos tradicionales de sábana), que te aterren y te obliguen a despertarte sobresaltado. En este caso párate a analizar tu vida actual, los problemas en los que estás metido o los que saben que están por llegar, los cambios que se aproximan, pues algo está haciendo nacer el pánico ante lo incontrolable, lo intangible, lo que no depende de uno mismo.
Haz frente a la vida y los “fantasmas” desaparecerán.
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